Fitosanidad de cultivo para mango

Principales plagas y enfermedades del cultivo del mango

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La fitosanidad del mango es crucial para garantizar la calidad y productividad de este cultivo. Mantener una adecuada fitosanidad implica prevenir y controlar enfermedades y plagas que pueden afectar tanto la producción como la comercialización del mango. Los patógenos más comunes que atacan al mango incluyen hongos, bacterias y virus, los cuales pueden causar desde leves manchas en la fruta hasta la pérdida total de la cosecha.

El manejo fitosanitario efectivo del mango comienza con la selección de variedades resistentes y prácticas culturales adecuadas, como la poda y la fertilización equilibrada. Estas acciones reducen la incidencia de enfermedades y mejoran la salud general del árbol. Además, es esencial implementar monitoreos constantes para la detección temprana de plagas como la mosca de la fruta, que puede dañar significativamente el cultivo.

Un aspecto crítico de la fitosanidad del mango es el uso de productos fitosanitarios, que deben aplicarse de manera responsable y según las recomendaciones técnicas para evitar la resistencia de plagas y minimizar los residuos en la fruta. El manejo integrado de plagas combina métodos biológicos, culturales y químicos para mantener las poblaciones de plagas bajo control, garantizando la sostenibilidad del cultivo.

La fitosanidad también tiene un impacto directo en la comercialización del mango. Los mercados internacionales son estrictos en cuanto a los estándares de calidad y seguridad alimentaria, y la presencia de plagas o enfermedades puede resultar en la pérdida de acceso a estos mercados. Por tanto, mantener una buena fitosanidad no solo asegura la producción de mangos saludables sino que también abre puertas a mercados más exigentes y lucrativos.

Plagas del mango

5 de las plagas más importantes del cultivo del mango son:

Mosca de la fruta (Anastrepha spp. y Ceratitis capitata)

Las moscas de la fruta, pertenecientes a los géneros Anastrepha y Ceratitis, son plagas extremadamente destructivas para el mango. Las hembras adultas perforan la piel del fruto para depositar sus huevos. Las larvas emergen y se alimentan de la pulpa, creando túneles y causando daños internos severos. Este daño no solo afecta la calidad y apariencia del mango, sino que también facilita la entrada de patógenos secundarios, aumentando el riesgo de podredumbre. Para manejar esta plaga, es esencial implementar un programa de monitoreo constante utilizando trampas cebadas y prácticas de manejo integrado de plagas como el uso de insecticidas selectivos, liberación de enemigos naturales y prácticas culturales como la recolección y destrucción de frutos infestados.

Trips (Thrips palmi)

Los trips son insectos diminutos que se alimentan de la savia de las hojas, flores y frutos del mango. Su actividad de alimentación provoca deformaciones, manchas plateadas y cicatrices en la superficie del fruto. Además, los trips pueden causar la caída prematura de flores y frutos, lo que resulta en una disminución significativa del rendimiento. El manejo de trips implica la utilización de trampas adhesivas azules para el monitoreo, aplicaciones regulares de insecticidas específicos, y la introducción de enemigos naturales como ácaros depredadores y crisopas. Mantener la fitosanidad del mango frente a los trips es esencial para asegurar una producción óptima y de alta calidad.

Ácaro del mango (Oligonychus mangiferus)

El ácaro del mango es un pequeño arácnido que se alimenta de la savia de las hojas, causando decoloración, pérdida de vigor y eventualmente defoliación. Las hojas afectadas muestran un bronceado característico y pueden caer prematuramente, lo que debilita al árbol y reduce la capacidad fotosintética. Para mantener la fitosanidad del mango es crucial implementar medidas de control biológico, como la introducción de ácaros depredadores y la aplicación de acaricidas específicos. Además, se deben realizar monitoreos frecuentes para detectar infestaciones tempranas y evitar daños severos.

Escama blanca (Aulacaspis tubercularis)

La escama blanca infesta las ramas, hojas y frutos del mango, formando colonias que aparecen como manchas blancas en la superficie de las plantas. Esta plaga succiona la savia, debilitando la planta y reduciendo su vigor. Las infestaciones severas pueden causar la caída de hojas y frutos, afectando la productividad del árbol. El manejo fitosanitario adecuado incluye la aplicación de aceites hortícolas e insecticidas sistémicos, así como la introducción de depredadores naturales como coccinélidos. La poda y eliminación de partes infestadas también ayuda a controlar la propagación de la escama blanca.

Barrenador del hueso (Sternochetus mangiferae)

El barrenador del hueso es una plaga que pone sus huevos en la superficie del mango. Las larvas emergen y penetran hasta el hueso del fruto, causando daños internos que pueden provocar la caída prematura del fruto. Este daño reduce significativamente la calidad y comercialización del mango. La fitosanidad del mango frente al barrenador del hueso se enfoca en la prevención y el control mediante la implementación de prácticas culturales como la recolección y destrucción de frutos caídos y el uso de tratamientos insecticidas dirigidos. Además, el monitoreo constante es vital para detectar y manejar infestaciones a tiempo, evitando pérdidas económicas importantes.

Enfermedades del mango

5 de las enfermedades más importantes del cultivo del mango son:

Antracnosis (Colletotrichum gloeosporioides)

La antracnosis es una enfermedad fúngica devastadora para el mango, causada por el hongo Colletotrichum gloeosporioides. Este patógeno afecta todas las partes aéreas del árbol, incluyendo hojas, flores, ramas y frutos. En las hojas se manifiesta como pequeñas manchas negras que pueden fusionarse y provocar la caída prematura. En las flores, causa necrosis y caída antes de la polinización, reduciendo la fructificación. En los frutos, las manchas negras deprimidas pueden expandirse, afectando su calidad y apariencia, haciéndolos inadecuados para el mercado. La fitosanidad del mango requiere un manejo integrado que incluye la aplicación regular de fungicidas preventivos, prácticas culturales como la poda para mejorar la circulación de aire y reducir la humedad, y la eliminación de restos vegetales infectados para disminuir la fuente de inóculo.

Mal del cogollo (Fusarium spp.)

El mal del cogollo, causado por varias especies del género Fusarium, es una enfermedad vascular que ataca principalmente las partes superiores del árbol de mango. Este patógeno invade el sistema vascular obstruyendo el transporte de agua y nutrientes, lo que lleva a síntomas de marchitez, amarillamiento y muerte regresiva de las ramas. Las infecciones severas pueden causar la muerte del árbol. Para mantener la fitosanidad del mango frente al mal del cogollo es fundamental usar variedades resistentes, realizar un monitoreo constante para detectar los primeros signos de infección y aplicar tratamientos fungicidas sistémicos. Además, es importante evitar heridas en los árboles durante las prácticas de manejo, ya que estas pueden ser puntos de entrada para el patógeno.

Podredumbre del fruto (Lasiodiplodia theobromae)

La podredumbre del fruto es una enfermedad que afecta la calidad postcosecha del mango. Este hongo entra por heridas en la superficie del fruto y se manifiesta como manchas oscuras y blandas que pueden expandirse rápidamente, cubriendo gran parte del mango. Los frutos afectados se vuelven inapropiados para la venta debido a su apariencia y textura deterioradas. La fitosanidad del mango frente a esta enfermedad incluye el manejo cuidadoso de los frutos durante la cosecha y postcosecha para evitar heridas, la aplicación de fungicidas específicos, y el almacenamiento en condiciones que reduzcan la humedad y temperatura, minimizando así el crecimiento del hongo.

Mancha negra (Alternaria alternata)

La mancha negra es una enfermedad que provoca lesiones oscuras y deprimidas en las hojas y frutos del mango. Las lesiones en las hojas pueden reducir la capacidad fotosintética, mientras que en los frutos estas manchas afectan su calidad comercial. La fitosanidad del mango se mantiene mediante la implementación de rotaciones de cultivos para reducir la presión del patógeno, la eliminación de restos vegetales infectados para reducir la fuente de inóculo, y la aplicación de fungicidas protectores. Además, es crucial mantener un monitoreo constante para detectar y manejar la enfermedad en sus etapas iniciales.

Oídio (Oidium mangiferae)

El oídio es una enfermedad fúngica que se manifiesta como un polvo blanco en la superficie de las hojas, flores y frutos jóvenes. Este hongo provoca deformaciones, retraso en el crecimiento y, en casos severos, puede causar la caída prematura de flores y frutos. Para mejorar la fitosanidad del mango frente al oídio se recomienda la aplicación de fungicidas sistémicos y de contacto, así como la promoción de una buena circulación de aire en el huerto mediante prácticas de poda y espaciamiento adecuado entre los árboles. Reducir la humedad en el follaje es esencial para prevenir la propagación de esta enfermedad.

Nota: Dependiendo del país los nombres comunes pueden cambiar.

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