La fresa es una fruta que se consume mucho en Norteamérica, en especial en Estados Unidos, siendo este el principal país importador de fresa en el mundo, un volumen que México cubre con la mayoría de sus exportaciones, que generan un buen flujo económico para el país, aunque no es igual de rentable para todos.
Un análisis de 2019, publicado por la Universidad de las Américas Puebla (México), y realizado por profesores de varias sedes del Instituto Tecnológico Nacional de México, se centró en el cálculo de la relación costo/beneficio para los productores de fresa de los estados de Baja California, Michoacán y Guanajuato.
Los resultados del análisis indican que la fresa para exportación es un producto rentable para los agricultores de Baja California y Michoacán, pero no así para los agricultores de Guanajuato, donde se necesita incrementar los rendimientos y mejorar la calidad, para así poder incrementar el ingreso.
La realidad es que aumentar la exportación de fresa hacia Estados Unidos ya no se logra solamente con un incremento en la superficie, sino que para tener alguna ventaja competitiva hay que invertir en tecnología, para pasar de sistemas de producción tradicionales a sistemas de producción con cierto nivel de tecnificación.