Para fertilizar adecuadamente un cultivo se deben analizar los datos obtenidos mediante la aplicación de las herramientas para el diagnóstico nutrimental. Con dichos datos podemos conocer la cantidad de nutrientes que tenemos disponibles y anticipar posibles problemas de nutrición.
Además se deben realizar algunos cálculos de fertilización para determinar la cantidad necesaria de cada elemento o nutriente. En dichos cálculos se deben contemplar los datos del diagnóstico nutrimental y además se deben ajustar con cierta frecuencia dependiendo de como se observe el cultivo.
¿Cuáles son las herramientas?
Para analizar la nutrición de las plantas contamos con las siguientes herramientas:
- Análisis de fertilidad del suelo.
- Análisis de agua.
- Análisis de extracto de pasta saturada.
- Análisis de la solución del suelo.
- Análisis foliar.
- Análisis de extracto celular de peciolo (de savia).
Análisis de fertilidad del suelo
Se debe hacer al inicio de cada ciclo de cultivo, enviando 1 kg de suelo al laboratorio. Los indicadores químicos que nos dan son: pH, conductividad eléctrica, capacidad de intercambio catiónico, nitrógeno, fósforo, hierro, zinc, cobre, manganeso, boro y bases intercambiables (calcio, magnesio, potasio, sodio y aluminio). Los indicadores físicos que nos da son: textura (arcilla, limo y arena en %), densidad aparente, punto de saturación, capacidad de campo, punto de marchitez permanente y materia orgánica.
Análisis de agua
Como mínimo se debe hacer al inicio de cada ciclo de cultivo para tener una referencia de nuestra agua de riego, de la que debemos mandar 1 L al laboratorio. Sin embargo, lo ideal es hacerlo al menos dos veces, la primera durante la temporada de sequía y la segunda durante la temporada de lluvias. Los indicadores importantes que nos da son: concentración de nutrientes, concentración de bicarbonatos, pH, conductividad eléctrica y presencia de iones específicos (sodio, cloro, boro, hierro y manganeso).
Análisis de extracto de pasta saturada
Se hace de manera preventiva para realizar ajustes de nutrición. De forma específica, con este análisis, podemos revisar elementos específicos, así como pH y conductividad eléctrica. Además, puede darnos una advertencia sobre la acumulación excesiva de sales en el suelo para así evitarla. Para la muestra se toman al menos 10 puntos distintos en un lado de la cama, a 10 centímetros de la manguera de riego y 30 centímetros de profundidad. Los laboratorios suelen requerir 1 kg de muestra.
Análisis de la solución del suelo
También se suele hacer de forma preventiva, con el objetivo de conocer la cantidad de nutrientes disponibles para las raíces de las plantas en la solución del suelo en un momento en particular. Para obtenerla se utilizan sondas de succión, mejor conocidas como chupatubos, con los que se pueden realizar muestreos a diferentes profundidades, siendo las de 20 y 40 centímetros las más comerciales, por encontrarse en las zonas de disponibilidad y lixiviación de nutrientes, respectivamente.
Análisis foliar
Este análisis se realiza cuando se quiere conocer la situación nutrimental de las plantas en un momento reciente. Sirve para corroborar síntomas de deficiencias nutrimentales que han sido identificados de forma visual, pero también para detectar deficiencias latentes próximas a presentarse. Para realizarlo se deben enviar al laboratorio alrededor entre 50 y 60 hojas recientemente maduras, tomadas aleatoriamente de toda la superficie del cultivo.
Análisis de extracto celular de peciolo
También se utiliza para conocer la situación nutrimental de las plantas en un momento reciente y es más conocido como análisis de savia. Inclusive resulta ser una mejor alternativa al análisis foliar, pues los resultados son más confiables, considerándose bastante indicativos de la situación del cultivo. Se utilizan entre 70 y 80 peciolos de hojas recientemente maduras y el análisis debe ser lo más rápido posible, de lo contrario aumenta la posibilidad de tener datos poco indicativos.