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Producción agrícola en el estado de Colima

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Durante 2024 Colima produjo 3 654 214 toneladas de productos agrícolas, por lo que se tuvo una variación de -1.0% con respecto a 2023, cuando se alcanzaron 3 692 806 toneladas. La superficie cosechada fue de 173 344 hectáreas, por lo que el rendimiento agrícola estatal promedio quedó en 21.1 toneladas por hectárea (solo considerando los cultivos cuya producción se mide en toneladas).

En cuanto al valor total de la producción agrícola, fue de 11 351.5 millones de pesos, lo que representó una variación de -13.6% con respecto al año previo. Esto según los datos oficiales de la Dirección General del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (DGSIAP), la dependencia gubernamental encargada de generar estadística e información geográfica en materia agroalimentaria, de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER).

El cultivo más importante de la entidad, en términos de producción obtenida, fue pastos y praderas, con 1 304 162 toneladas, es decir, el 35.7% del total estatal, al que le siguieron caña de azúcar, plátano, limón, papaya y mango. En cuanto a la superficie cosechada, pastos y praderas lideró con 69 157 toneladas, y en cuanto al rendimiento promedio, piña lideró con 77.9 toneladas por hectárea.

Los municipios con mayor vocación agrícola en Colima fueron: Tecomán que produjo 855 364 toneladas, correspondientes al 23.4% del total estatal. Le siguieron Manzanillo con 662 152 toneladas y Cuauhtémoc con 612 710 toneladas. Si pasamos a la superficie cosechada, Tecomán lideró con 42 577 hectáreas. Por su parte, el municipio de Tecomán fue el que aportó mayor valor por concepto de la producción agrícola, con 5 060.1 millones de pesos, es decir, el 44.6% del total del estado.

Fuente: SADER-DGSIAP

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@olmoaxayacatl

Muchos creen que en el agro todo se resuelve con más tecnología, digitalización o sistemas complejos. Yo he visto otra cosa. Equipos brillantes con maquinaria de punta fracasar porque no se entendían entre ellos. Datos que no convencen porque nadie los explica claro. A veces, lo que falta no es un nuevo sensor, sino una conversación honesta. Un líder que escuche. Una idea bien contada. A veces solo falta alguien que piense distinto. Porque al final, la diferencia la hacen las personas.

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