La agricultura es cada vez más compleja, lo que implica que cada vez hay más factores que la pueden afectar, y con la introducción de cada vez más tecnología un nuevo riesgo comienza a aparecer en el horizonte: los ciberataques, y considerando la relevancia del sector agrícola, seguro que esta situación ocurrirá.
Todo producto, proceso o servicio conectado a la red puede ser objeto de un ataque digital, llegando a perder control sobre el mismo hasta que se paga el rescate, que es lo que hemos visto hasta ahora en la forma de operar en otras industrias; pero la agricultura es de importancia nacional y las repercusiones podrían ser mayores.
Claro, para llegar a un punto donde la producción agrícola esté altamente digitalizada faltan muchos años, pero eso no implica que el riesgo no existe, porque la nueva generación de tractores está comenzando a salir de las fábricas, y con la carga tecnológica que tienen se comienzan a convertir en los blancos perfectos.
Además, remarquemos que en la industria agrícola existe muy poca concientización sobre los riesgos que implican los ataques digitales, razón por la cual debemos traer a la industria a especialistas en ciberseguridad que ya conocen del tema, para que comiencen a desarrollar soluciones a lo que será una segura problemática.