Desde la Universidad Autónoma Chapingo (UACh) han dado a conocer el Programa Piloto de Huertos Escolares, Huertos Escuela y Huertos Familiares. Dicho programa tiene como objetivo principal garantizar el abasto de frutas, verduras y plantas medicinales entre la población de bajos recursos de zonas rurales y urbanas del país.
El impacto de los huertos urbanos
El equipo de trabajo, conformado por estudiantes y profesores de la UACh, ha realizado trabajos con huertos urbanos en distintas partes del país. Según indica el profesor-investigador Aurelio Bastida Tapia, responsable de Huertos y Hortalizas Orgánicas del Programa de Extensión y Vinculación Universitaria de la UACh, actualmente se está analizando la tipología de los potenciales beneficiarios. Ya que el impacto de un huerto es diferente en una zona rural que en una zona urbana.
Para las zonas urbanas los grupos objetivo podrían ser las amas de casa y los adultos mayores, principalmente. La finalidad para las primeras sería disminuir el gasto familiar al producir alimentos para consumo propio e inclusive para su venta. Para los segundos la idea sería brindarles una actividad que les permita seguir siendo productivos.
Si hablamos de las zonas rurales la prioridad serían también las amas de casa, junto con los niños. El hecho de que produzcan sus propios alimentos tiene varios motivos más allá de la mejora en la cuestión económica. Lo más importante es que podrían ampliar la variedad de alimentos que consumen. Pero también se trata buscaría generar consciencia y pasar el conocimiento a las futuras generaciones.
Sobre el proyecto
Ileana García Antonio, Coordinadora de Huertos Escolares, menciona que en el estado de México se tienen establecidos cinco huertos. Estos se encuentran en escuelas de nivel primaria, secundaria y preparatoria. En cada uno de los casos se busca hacerles ver a los alumnos lo que implica producir sus propios alimentos. Se trata de generar consciencia incluso a nivel de la seguridad alimentaria.
La superficie promedio de los huertos del proyecto ronda los 200 metros cuadrados. Para cada huerto en específico se apoya durante la instalación. Además se brinda la capacitación inicial y la asistencia técnica necesaria durante los primeros ciclos de cultivo. Cabe mencionar que la Sociedad Mexicana de Especialistas en Agricultura Protegida (SMEAP) también está involucrada en el establecimiento de los diversos huertos.
Desde el establecimiento de los huertos se observan beneficios. El primero de todos es la unidad del grupo social, pues el establecimiento y manejo de un huerto requiere de mucha colaboración. Además, poco a poco se van generando en los participantes hábitos de consumo saludables, con lo que su calidad de vida general se ve incrementada.
¿Y las políticas públicas?
En opinión del profesor Bastida, en algún momento el gobierno podría adoptar este programa para introducirlo en todo el país. Comentó también que la UACh tiene la capacidad para proporcionar los agrónomos que requeriría una expansión a nivel nacional. En mi opinión se trata de una propuesta completamente viable porque las instancias gubernamentales tienen el recurso para ello.
Un proyecto de huertos urbanos con alcance nacional sería una política pública que podría presentar resultados rápidos. Se convertiría rápidamente en un pilar de la soberanía alimentaria, además de mejorar la nutrición de la población en general. Sin dejar de lado que se salvaguardaría el medioambiente, algo que se convertirá en invaluable.
Considero que proyectos de agricultura urbana podrían mejorar el panorama agrícola nacional. Solo hace falta que los políticos comprendan que los ciclos agrícolas tienen sus propios ritmos, que no responden al ritmo de discursos y campañas políticas. Cuando eso suceda entonces, quizá entonces, proyectos como estos podrán modificar positivamente la agricultura nacional.