Si conoces los principios básicos de la nutrición vegetal es relativamente sencillo aprender los requisitos nutrimentales de los distintos cultivos existentes, en especial porque solo son 18 elementos esenciales los que requieren las plantas cultivadas.
Sin embargo, la nutrición de cultivos forma parte de un sistema de producción, de manera que se puede ver modificada por una gran cantidad de factores, que es justamente cuando la fertilización de un cultivo en específico se vuelve todo un mundo en sí mismo.
No hay nada más sencillo que hacer una recomendación de fertilización de acuerdo con lo que se observa en un punto específico del desarrollo de un cultivo. El problema viene cuando hay que hacer las recomendaciones y ajustes de fertilización a lo largo del tiempo.
Es entonces cuando te das cuenta de que todo incide en la nutrición vegetal: plagas y enfermedades, condiciones climáticas, labores culturales, disponibilidad y precio de los fertilizantes, equilibrio de los microorganismos del suelo, etc.
Resulta entonces todo un reto realizar una correcta fertilización del cultivo, algo que por supuesto se simplifica con la experiencia. Por lo que justamente quiero contarte algunas recomendaciones que te ayudarán a mejorar en el aspecto de la nutrición vegetal.
Porque cuando yo empecé tenía toda la teoría en la cabeza, pero conforme he ido viviendo diversas experiencias en campo me he dado cuenta de que el secreto del éxito se encuentra en los detalles que en un inicio parecen más insignificantes.
Recomendación 1. Siempre ten alternativas en mente
Son varias las razones por las que un productor puede llegar a querer cambiar los fertilizantes que le has recomendado. Así que ten por seguro que en más de una ocasión esto te va a suceder, razón suficiente para tener siempre alternativas en mente.
Me refiero a que, para ser un especialista en fertilización, de cualquier cultivo, es necesario saber manejar tanto los fertilizantes simples como las mezclas físicas, además de fertilizantes sólidos y líquidos. Por experiencia te puedo decir que tendrás que hacer cambios.
Con los fertilizantes simples es posible nutrir adecuadamente a cualquier cultivo, y de hecho el cálculo de dosis de fertilización se puede realizar con mucha exactitud. El reto viene cuando hay que utilizar mezclas físicas, en cuyo caso los cálculos se complican.
Y si hablamos de fertilizantes líquidos, muy de moda actualmente, entonces hay que considerar la densidad para hacer el cálculo correcto. En fin, te digo esto porque, desde mi punto de vista, lo común es tener que hacer modificaciones una vez y otra también.
Lo que más me ha sucedido es que cuando el productor va a comprar un fertilizante con su proveedor de confianza este no lo tenga, entonces recibo una llamada para preguntarme cuál fertilizante compra en su lugar. Y en ese momento le tengo que indicar la alternativa.
Otra situación muy común es que algún vendedor de una empresa le ofrece al productor una línea nueva de fertilizantes, en cuyo caso hay que entrarle a probarlo sin tener experiencias previas. Aunque suene complicado, todo esto es sencillo de manejar con el tiempo.
Por ejemplo, en una misma dosis de fertilización llego a utilizar fertilizantes de IAUSA, Yara, Compo, Bionutrisol, Ducor y Ultrasol, por mencionar los que más comúnmente trabajo. Todas estas son marcas reconocidas, pero más de una vez habrá que probar algo nuevo.
Entonces, tener la flexibilidad para cambiar de forma constante de fertilizantes, sin que eso afecte al cultivo en cuando a calidad y a rendimiento, es fundamental para tener éxito como especialista en fertilización, se trate del cultivo que se trate.
Eso sí, mientras mayor estabilidad de productos se tenga en las fertilizaciones más sencillo será determinar cuál es el efecto de los productos y las dosis utilizadas, algo necesario para aprender rápidamente. Pero no siempre se puede que sea así.
Recomendación 2. Considera los factores climáticos
Ninguna recomendación de fertilización se debe mantener igual a lo largo del tiempo, ya que los factores climáticos afectan en gran medida a la eficiencia de la fertilización. Por lo tanto, debes considerar el efecto de los principales factores para ajustar las dosis.
Si hay pronósticos de lluvias fuertes hay que posponer las aplicaciones de nitrógeno, pues es un elemento que se lixivia fácilmente en el suelo, de modo que gran parte del fertilizante aplicado se perderá. Además, los mantos acuíferos presentan exceso de nitrógeno.
Y si las lluvias persisten por varios días hay que valorar la situación. Si se cuenta con alguna estructura de protección, como pueden ser los macrotúneles, entonces lo recomendable es aplicar nitrógeno de forma foliar, en dosis menores a lo que se fertiliza en suelo.
Las altas temperaturas, por su parte, obligan a las plantas a cerrar sus estomas y dejar de transpirar. Si esto sucede, la mayor parte de la absorción por parte de las raíces deja de ocurrir, momento en el cual los elementos poco móviles son los primeros en dejar de absorberse.
Me refiero al calcio, boro, cobre, hierro, manganeso, zinc y molibdeno, cuya deficiencia puede presentarse rápidamente si las altas temperaturas se mantienen durante varios días y no se hace nada para disminuirlas, como ventilar levantando los plásticos de los túneles.
Si bien para muchos cultivos es importante mantener una buena humedad del suelo, si esta es excesiva entonces se inhibirá la absorción del fósforo, del mismo modo que si las temperaturas son muy bajas, en especial en el suelo, donde ya de por sí su movilidad es reducida.
Si ocurre alguna de las condiciones anteriores es importante aplicar fertilizantes foliares con fósforo, pero de ninguna manera se puede sustituir la fertilización al suelo de forma total, por lo que hay que arreglar el problema lo antes posible.
En fin, que las condiciones climáticas condicionan a la fertilización, algo que se puede ver cuando algunas veces la dosis de fertilización funciona muy bien y otras no tanto, en cuyo caso seguramente hay una condición climática que ha cambiado y no hemos ajustado.
Por último, quiero comentarte que incluso en cada zona de producción existen microclimas que modifican las necesidades y el comportamiento de un cultivo. Por ejemplo, incluso un ligero cambio de 2-3 °C puede representar una gran diferencia.
Recomendación 3. Más fertilizante no es la solución
En campo es bastante normal que si se observa una deficiencia en la planta se quiera arreglar está aplicando más fertilizante. Sin embargo, aunque en muchas ocasiones esto suele funcionar, también en muchas más lo que se hace es agravar el problema.
Además, en muchos casos los productores llegan a aumentar la dosis recomendada por los especialistas en nutrición vegetal, otra cuestión cuyo efecto negativo no es inmediato en la mayoría de los casos, pero que sin duda tendrá sus consecuencias.
Lo que sucede es que tan malo es tener alguna deficiencia como alguna toxicidad, porque al final ambas influyen en la calidad y el rendimiento de la cosecha. Más aún, si se llega a bloquear un elemento en el suelo entonces estaremos tirando dinero a la basura.
No se te olvide que la agricultura es un negocio, por lo que una de las claves para tener éxito es eficientizar el uso de los recursos, en especial de los fertilizantes, que constituyen buen porcentaje de todos los costos de producción. Recuerda, más no es mejor.
Recordemos que muchos suelos agrícolas tienen una gran capacidad de amortiguamiento, en especial aquellos que buen porcentaje de materia orgánica, por lo que los excesos de fertilizante podrían no causar problemas hasta que pasen un par de temporadas agrícolas.
La cuestión está en que cuando vemos una deficiencia creemos que es porque estamos aplicando poco fertilizante, cuando lo que podría estar pasando es que cierto elemento esté bloqueado en el suelo. Y esto no hay manera fácil de saberlo, más que con un análisis de suelo.
Lo que yo te recomiendo es aplicar constantemente microorganismos al suelo, mientras más variedad y cantidad mejor, pues las interacciones de estos en la rizosfera permiten liberar nutrientes, algo necesario para evitar que surja algún problema.
Hace un par de años un productor que atiendo estaba preocupado por el poco desarrollo de la planta y el excesivo gasto en fertilizantes que estaba haciendo. Entonces solicitamos un análisis de extracto de pasta saturada y los valores estaban por los cielos.
Había tanto fertilizante en el suelo que lo único que necesitamos hacer fue aplicar diversos microorganismos, y durante dos meses los niveles de fertilización fueron muy bajos, pues nos enfocamos en liberar todo lo que había en el suelo. La planta, por supuesto, mejoró.
Recomendación 4. Entiende lo que te dice el cultivo
La mayoría de las veces es relativamente sencillo entender que problema nutricional tiene nuestro cultivo, si eres observador y tienes la experiencia necesaria. Sin embargo, en algunas ocasiones no resulta tan simple saber cuál es el problema. ¿Entonces qué hacer?
Cualquier sistema agrícola tiene una gran cantidad de factores que deben ser conjugados y considerados para tener éxito, pero cuando muchos parecen estar fuera de control entonces se crea un superproblema, término con el que me refiero a algo grave.
En el caso de la nutrición vegetal, si algo no va nada bien, entonces se solicita un análisis nutricional, ya sea de extracto de pasta saturada o de savia del peciolo. El problema es que por muy rápido que se tome, envíe y regrese la muestra, será una semana de espera.
Pero muchas veces no podemos esperar tanto tiempo para hacer un ajuste, en cuyo caso hay que saber leer la planta y confiar en la experiencia acumulada. Claro que esto no siempre es posible, y en algunas ocasiones puede ser un completo volado al aire.
Yo, por ejemplo, cuando comenzaba a aprender sobre berries, me costaba mucho trabajo entender el comportamiento de las distintas variedades. Pero mis mentores ya eran todos unos expertos en entender que es lo que estaba pasando.
Claro, también ellos llegaban a equivocarse, pero la mayoría de las veces sabían que ajustes de fertilizantes le hacían falta al cultivo. Porque por mucho que sepas la teoría, en campo es importante desarrollar la habilidad de leer al cultivo rápidamente.
Lo curioso para lograr esto es que hay que desarrollar la intuición, que apoyada con los conocimientos técnicos, suele ayudar bastante a saber por dónde puede estar el problema cuando no se tiene mucha claridad. Se trata de un proceso de eliminación de factores.
Porque para llegar a ser un buen agrónomo los detalles son fundamentales, y en la nutrición vegetal los detalles constituyen la diferencia entre un buen y un gran desarrollo del cultivo, lo que se traduce en mayor ganancia, por supuesto.
Por sobre todo, trata de mantenerte crítico, pues me ha tocado ver muchas veces que se le dice al productor que el problema es uno cuando en realidad se trata de otra cosa, todo por exceso de confianza y/o falta de atención. Y a mi también me ha pasado.
Recomendación 5. Lo caro no siempre es lo mejor
Como en toda industria, en el mercado de los fertilizantes hay muchos jugadores que quieren obtener su rebanada del pastel. Pero es parte de nuestro trabajo como agrónomos identificar cuáles son los productos adecuados para cada etapa del cultivo.
Existen muchos buenos fertilizantes con precios elevados, y son buenos porque a veces vienen con menos impurezas, otras con un pH más ácido y/o alcalino, pueden ser de rápida absorción o de lenta liberación, o pueden ser una mezcla bien equilibrada de elementos.
Sea por lo que sea son buenos y por tanto son recomendables, pero si queremos fertilizar durante todo el ciclo de cultivo con los productos más caros entonces los costos de producción se elevan muchísimo, un error que aprendí a la mala y que me ayudó a entender esto.
Por ejemplo, el kilogramo de Pekacit, un fertilizante fosforado muy asimilable por las plantas cuesta aproximadamente 43 pesos, mientras que el MAP, otro fertilizante fosforado cuesta alrededor de 22 pesos por kilogramo. ¿Cuál es mejor?
Pues ambos son buenos, pero se trata de una diferencia en precio de casi 50%, razón suficiente para considerar el MAP como el caballito de batalla y al Pekacit como arma secreta durante períodos muy específicos del desarrollo de los cultivos.
Te podría mencionar bastantes ejemplos más, y como puedes ver, no se trata de determinar cuál fertilizante es mejor que otro, sino más bien de definir en qué etapas del cultivo se puede utilizar uno en lugar del otro. Porque al final aquí entra en juego el factor económico.
Veamos, si la cuestión económica no fuese un impedimento, es decir, hubiera dinero infinito para fertilizar, por supuesto que me decantaría por meter los mejores productos, que suelen ser los de mayor precio. Pero como esto es imposible entonces hay que equilibrar.
Recuerda que como agrónomos tenemos la meta de obtener la mejor cosecha posible con el menor gasto en insumos, pues la eficiencia es algo que siempre se busca en la producción agrícola, ya que de otra manera no se podrían maximizar las ganancias.
Para lograr esto a mi lo que me ha funcionado es mantener todas las cartas de la baraja siempre arriba, con lo que quiero decir que no deberías descartar ningún fertilizante, pues si lo haces estarás reduciendo tus opciones, algo que limita oportunidades.
Conclusión
Como vez, son recomendaciones de sentido común, pero no te imaginas la cantidad de veces que he visto a alguien cometer errores básicos, de los cuales por supuesto no estoy exento. Que vamos, tengo muchas anécdotas, buenas y malas, que me han ayudado a aprender.
Quizá te podría contar muchos otros detalles a tener en cuenta cuando nos enfocamos a la nutrición vegetal de un cultivo, pero considero que estos son los detalles más generales que te puedo decir, ya que para cada cultivo hay recomendaciones bastante más específicas.
Lo que si te quiero decir es que, por mucho que sepas sobre el tema, siempre tengas una chispa de humildad para aprender de otros, porque incluso los más expertos del tema se llegan a equivocar. Porque, aunque estemos ante una ciencia exacta hay mucho que aún no sabemos.
Además, si yo he aprendido con bastante rapidez ha sido porque he escuchado a todo el mundo: ingenieros expertos, vendedores de agroquímicas, productores con años de experiencia, profesores universitarios: no todos tienen razón en todo, pero algo les aprenderás.
Y me han tocado desde aquellos profesionistas que comparten contigo todo lo que saben, hasta aquellos que no te quieren decir absolutamente nada, como si realmente tuvieran un secreto que solo ellos poseen, cuando para nada es así.
Por último, espero que esta breve guía te haya sido de utilidad y de ser así espero que la puedas compartir con alguien más.