La importancia de las empresas agrícolas

¿Qué son las empresas agrícolas y por qué son importantes?

El concepto de empresa agrícola engloba a toda aquella organización con fines lucrativos, que de una u otra manera está relacionada con la producción del sector primario, aunque también podría tener participación en la distribución, comercialización y transformación de los productos del campo.

De hecho, lo primero que nos viene a la mente cuando hablamos de empresas agrícolas, son justamente las empresas de producción agrícola, que cuentan con superficie de cultivos y disponen de los medios necesarios para llegar hasta la cosecha de los mismos.

En sentido estricto estás son las únicas empresas agrícolas que existen. Las empresas de insumos, equipos, maquinaria, tecnologías y servicios, no pueden ser consideradas como empresas agrícolas, básicamente porque no cuentan con tierra ni cultivos, aunque sin ellas las empresas agrícolas no podrían operar.

De hecho, Michael E. Porter, en su teoría de la cadena de valor, indica que las empresas que venden productos y servicios al agro, se deben clasificar como empresas de apoyo o proveedores clave.

Incluso la FAO hace la distinción entre productores agrícolas, como cabezas de las empresas agrícolas, y lo que viene antes y después. Antes están los proveedores de insumos y después están los procesadores, distribuidores y comercializadores. Por su parte, la OCDE y el BID dividen al sector agrícola en productores, industrias de insumos (semillas, fertilizantes, maquinaria), industria transformadora y servicios relacionados (logística, tecnología, financiamiento.

Por lo tanto, tenemos a las empresas agrícolas, que son las responsables de la producción de alimentos frescos, y luego están todas las que surten de lo necesario a las primeras, o las que reciben los productos de las primeras para distribuirlos, comercializarlos e industrializarlos.

Por ejemplo, la distribución de los productos agrícolas, desde los campos hasta los puntos de venta, requiere de empresas de transporte. Incluso hay empresas especializadas únicamente en el transporte de productos frescos del campo, pero no por ello se pueden considerar como empresas agrícolas, porque son empresas de transporte especializadas en el sector agro.

Otro ejemplo son las empresas de limpieza, contratadas para mantener campos, bodegas, empaques, etc., en orden. Se trata de empresas que brindan un servicio a la agricultura, pero no por ello son empresas agrícolas. Son empresas de limpieza especializadas en el agro.

¿Empresa agrícola y agronegocio son lo mismo?

Para dar respuesta hay que remitirnos a 1957, cuando John Davis y Ray Goldberg propusieron el concepto de agronegocio. El objetivo de los autores era replantear la agricultura como parte de un sistema económico integral y no como una actividad aislada. Su modelo consta de 3 grandes eslabones:

  • Proveedores de insumos: Son las empresas que proporcionan semillas, fertilizantes, pesticidas, maquinaria, genética, sistemas de riego, servicios financieros, tecnologías de la información, etc.
  • Producción agrícola: En este apartado entran justamente las empresas agrícolas, tanto agrícolas como ganaderos, e incluso hay que considerar a los sectores pesquero, forestal y silvícola. Son todos aquellos que se dedican a la obtención de bienes agrícolas como granos, frutas, hortalizas, leche, carne, etc.
  • Procesamiento y comercialización: Son las empresas que transforman, empacan, almacenan y comercializan los productos agrícolas, por lo que se incluyen industrias alimentarias, exportadoras, supermercados, empresas de logística, etc.

Por lo tanto, no podemos decir que empresas agrícolas y agronegocios sean lo mismo, porque de hecho el concepto de agronegocio es más amplio e incluye al de empresa agrícola.

Sin embargo, hay que aceptar que en la práctica se le llama agronegocio a cualquier negocio de índole agrícola, aunque no posea tierras ni obtenga algún cultivo. Pero es importante dejar la precisión que agronegocio surgió como un concepto que aplica a toda una cadena de valor. Es decir, un conglomerado de empresas agrícolas, que tenga integración vertical, si podría considerarse como un agronegocio, porque suelen disponer de una empresa que aporte los insumos, de otra que realice la producción y de una más que haga la comercialización. Aunque realmente son pocas las empresas que cuentan con una integración vertical completa.

Empresas agrícolas según su estructura legal

Como las empresas agrícolas son tan variadas se podrían clasificar usando diversos criterios. Aquí he elegido su estructura legal para hacer una diferenciación básica.

  • Empresas individuales o familiares: Normalmente se trata de unidades de producción pequeñas y medianas que son gestionadas por una sola persona o por una familia. Este tipo de empresas agrícolas son muy comunes en México y otros países latinoamericanos, pero son menos comunes en Estados Unidos, por ejemplo. Es importante aclarar que la agricultura de subsistencia queda fuera de esta categoría, pues al no haber rentabilidad, estas unidades de producción no se consideran empresas.
  • Sociedades agrícolas: Suelen tratarse de unidades de producción medianas y grandes, en las que varios socios comparten la propiedad, las decisiones y los beneficios. Aquí la base suele ser una figura legal, que dependiendo del país en cuestión, presentan ciertas ventajas. Por ejemplo, en México existe la figura moral de Sociedad de Producción Rural, que da ciertos beneficios en comparación con otras.
  • Cooperativas agrícolas: No constituyen un modelo tan extendido en Latinoamérica, como si ocurre en España, donde tienen gran peso. Implica que un grupo de agricultores se organice para producir, comprar insumos y comercializar juntos, con lo cual se genera cierta protección para la individualidad, ya que cada agricultor está respaldado por el resto.

El tamaño de las tierras puede ser otro factor para clasificar a las empresas agrícolas, pero como no existe un consenso al respecto, los rangos pueden variar drásticamente.

Las empresas pequeñas son en las que existe un mayor acuerdo, en que son aquellas que no sobrepasan las 5 hectáreas. Pero cualquier punto de comparación se diluye rápidamente. Por ejemplo, no tiene nada que ver una empresa con 5 hectáreas de aguacate o berries, que una con 5 hectáreas de maíz y trigo, en términos de rentabilidad.

En cuanto a las empresas medianas y grandes no resulta tan sencillo hablar de rangos, porque varios autores ha hecho sus propuestas, con variaciones importantes entre todas ellas. Por dicha razón, me quedo con la clasificación de la FAO, que indica que una empresa agrícola mediana es aquella que tiene entre 5 y 20 hectáreas, mientras que una grande supera las 20 hectáreas.

La importancia de las empresas agrícolas

Considero importante hacer la reflexión sobre su importancia, porque las empresas agrícolas se suelen ver solamente como “productoras de alimentos”. Sin embargo, su importancia va mucho más allá de eso.

Este tipo de empresas sostienen comunidades, impulsan el desarrollo rural y generan empleo, además de que son clave en la seguridad alimentaria de cualquier país. El gran problema radica en que estos puntos no suelen ser tan visibles como deberían, lo que hace que se pasen por alto rápidamente.

De hecho, no es fácil encontrar investigaciones que analicen el impacto positivo de determinadas empresas agrícolas en las comunidades en las que se encuentran. En otras palabras, se sabe que son esenciales para el desarrollo rural, pero no se cuentan con estadísticas que permitan conocer sus alcances y repercusiones.

Claro, sabemos que puede existir un impacto negativo, especialmente debido al uso indiscriminado de los recursos naturales, o al mal uso de ciertos insumos. Pero los paradigmas de la agricultura están cambiando, y poco a poco cada vez más empresas agrícolas se preocupan por la sostenibilidad de su producción. Todos esperamos que los beneficios siempre superen a los perjuicios.

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@olmoaxayacatl

El isopreno protege a las plantas, pero contamina el aire. La agricultura enfrenta un dilema entre rendimiento y medioambiente.

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