Explicación de los fertilizantes con los que se puede aplicar molibdeno a los cultivos

Fertilizantes para aplicar molibdeno a los cultivos

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El molibdeno es un micronutriente esencial para los cultivos, a pesar de que se requiere en cantidades muy pequeñas. Es fundamental para procesos como la fijación de nitrógeno en leguminosas y la reducción de nitratos en todas las plantas. Las deficiencias de molibdeno suelen aparecer en suelos ácidos y pueden corregirse mediante la aplicación de fertilizantes químicos. A continuación, se describen los principales fertilizantes utilizados para aplicar molibdeno a los cultivos.

El molibdato de sodio es la fuente más común de molibdeno para la fertilización agrícola. Este fertilizante contiene una alta concentración de molibdeno en forma soluble, lo que lo hace fácilmente absorbible por las plantas. Puede aplicarse directamente al suelo, mediante fertirrigación o como tratamiento foliar. Es especialmente útil en cultivos de leguminosas, ya que favorece la actividad de los microorganismos que fijan nitrógeno en las raíces.

El molibdato de amonio es otra opción eficaz para suministrar molibdeno. Al igual que el molibdato de sodio, es altamente soluble y se adapta a diferentes métodos de aplicación, incluyendo tratamientos foliares y aplicaciones al suelo. Este fertilizante es particularmente adecuado para situaciones donde las plantas también necesitan un aporte moderado de nitrógeno, como en cultivos en etapas de crecimiento vegetativo.

Los fertilizantes compuestos con molibdeno son mezclas diseñadas para proporcionar varios nutrientes esenciales, incluido el molibdeno. Estas formulaciones suelen estar diseñadas para abordar deficiencias múltiples en cultivos y pueden ser aplicadas mediante fertirrigación o directamente al suelo. Son útiles cuando el análisis de suelo o tejido revela deficiencias simultáneas de macronutrientes y micronutrientes.

El óxido de molibdeno es una fuente menos común, ya que su solubilidad y disponibilidad para las plantas son limitadas. Generalmente, se utiliza en aplicaciones de largo plazo o en suelos con características que favorecen la lenta liberación del micronutriente.

Otra estrategia complementaria es el uso de tratamientos de semillas con molibdeno. Estos productos, que contienen molibdatos como ingrediente activo, permiten una distribución uniforme del nutriente en las plántulas desde el inicio del ciclo de cultivo. Este método es particularmente eficaz en leguminosas y otros cultivos que requieren molibdeno para la fijación de nitrógeno.

Es importante destacar que la eficacia de estos fertilizantes depende en gran medida del pH del suelo. En suelos ácidos, el molibdeno tiende a ser menos disponible, por lo que se recomienda realizar encalados para elevar el pH antes de aplicar el fertilizante. Además, el monitoreo regular de las condiciones del suelo y el estado nutricional de las plantas es esencial para garantizar una aplicación eficiente y evitar problemas de toxicidad, ya que el exceso de molibdeno puede interferir con la absorción de otros micronutrientes como el hierro y el cobre.

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