
La hidroponía es una herramienta que debemos usar si queremos mejorar las producciones hortícolas. Una de sus mayores ventajas es la eficiencia en el uso de los recursos disponibles. Es tal su impacto positivo que su implementación aumenta cada año.
De manera general la hidroponía se puede dividir en dos tipos de sistemas de producción. La clasificación es en dependencia del camino que sigue la solución de nutrientes a lo largo del sistema. Tenemos entonces sistemas abiertos y sistemas cerrados.
Los sistemas hidropónicos
El componente primordial de un sistema hidropónico es la solución nutritiva. Esta es alojada en un depósito, para luego ser bombeada hasta las plantas por medio de un sistema de riego. Cuando la solución nutritiva es depositada en las raíces de las plantas cierta cantidad es absorbida por las mismas y otra tanta se desperdicia.
Es aquí donde tenemos dos opciones. La primera es dejar que los drenajes escurran libremente y se pierdan por infiltración en el suelo, que sería un sistema abierto. La segunda opción es captar dichos drenajes y enviarlos a otro depósito para su posterior reutilización, que sería un sistema cerrado.
Sistemas hidropónicos abiertos
Los sistemas hidropónicos abiertos son los más difundidos en la actualidad. En gran medida porque representan menor inversión económica, al menos a corto plazo. En este tipo de sistemas no reutilizamos nunca la solución nutritiva, principalmente porque no se cuenta con un sistema de captación de drenajes.
Además, aunque pudiéramos captar los lixiviados, aún nos faltaría el sistema para desinfestar la solución recirculada. No contar con estos también disminuye el costo de los sistemas abiertos. La pregunta es: ¿a dónde van a parar todos los drenajes que no se captan nuevamente?
Desafortunadamente todos terminan en los suelos y cuerpos de agua. Por muy bien planeado que esté el proyecto siempre se tendrá de 10 a 20 por ciento de lixiviados. Este flujo constante de sales fertilizantes afectará los ecosistemas. Y si hablamos de un proyecto con poca planeación habrá hasta 40 a 50 por ciento de lixiviados.
Sistemas hidropónicos cerrados
Los sistemas hidropónicos cerrados tienen varios puntos a su favor. El primero es que los costos de producción tienden a disminuir porque utilizamos menor cantidad de agua. Al menos visto a mediano y largo plazo. Además, aunado a la menor cantidad de agua también disminuye la cantidad de fertilizante.
Hasta cierto punto la solución recirculada trae consigo sales fertilizantes que la planta no absorbió. Estamos hablando de que bajo ciertas circunstancias no tenemos que preparar solución nutritiva nueva. Lo que se hace es ajustar la solución, lo que conlleva a que el uso de fertilizantes disminuya.
Ahora bien, un sistema cerrado requiere algunas cosas extras en comparación con un sistema abierto. Son justamente estos elementos lo que elevan el costo inicial. Hablamos de al menos otro depósito para guardar los drenajes recirculados, a lo que hay que sumar más bombas, tuberías, válvulas, filtros, etc.
Y no hay que olvidar el sistema de desinfestación. Los más usados son los de rayos ultravioleta y ozonificación. En un sistema cerrado estos resultan imprescindibles porque ciertas enfermedades pueden transmitirse mediante el agua. Antes de volverse a utilizar esta debe ser desinfestada.