
En Estados Unidos no solo California está batallando con la sequía presente en los últimos años, sino que también Texas está teniendo muchos problemas con la escasez actual de agua, lo que ya está afectando al sector agrícola del estado, a pesar de que la temporada de huracanes y tormentas tropicales apoyó un poco.
Cuando no se tienen varios años seguidos con una buena temporada de lluvias, los agricultores necesitan extraer más agua del subsuelo para regar sus cultivos, lo que a su vez pone más presión sobre los mantos acuíferos, que es justamente lo que está sucediendo en el estado, y el asunto podría ser crítico los siguientes años.
En este sentido diversas organizaciones ambientalistas ya están proponiendo pagar a los agricultores para que dejen de extraer agua del subsuelo y busquen soluciones mediante la captación a gran escala de agua de lluvia, para así poder seguir regando sus cultivos de manera sostenible.
Con esta iniciativa incluso podría impulsarse la creación de un mercado de agua, en el cual las personas que capten agua tengan apoyos del gobierno y puedan vender bonos de agua, algo que no resultaría fuera de lugar en un estado que está acostumbrado a impulsar el surgimiento de nuevos mercados en lugar de restringirlos.
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