
Emilio Pérez Piñero nació en Valencia, España, en 1935. Se trata de un personaje que sorpresivamente no aparece en ningún libro de texto y muy poca gente conoce de su existencia. Durante su corta trayectoria como arquitecto, de tan solo 10 años (murió a los 36), la NASA lo consideró como el hombre indicado para construir un invernadero para establecer en la Luna.
Sobre su obra
La importancia de la obra de Emilio Pérez Piñero se basó en el desarrollo de estructuras desplegables, que podían ser montadas y desmontadas en poco tiempo, cuyo transporte además se realizaba con mucha facilidad. Actualmente casi la mitad de las obras del arquitecto siguen vigentes, considerándose aun como construcciones vanguardiastas.
Es más, el funcionamiento de sus estructuras todavía asombra desde el punto de vista técnico, ya que la complejidad aparente de cada estructura contrasta con la sencillez con la que puede ser plegada y despegada. Por este motivo sus estructuras son motivo de estudio en muchas cátedras enfocadas a nuevas estructuras.
La NASA
Gracias a sus innumerables éxitos pronto recibió la atención de la NASA, quien por aquellos tiempos se encontraba poniendo a los primeros hombres sobre nuestro satélite. Lo curioso es que el polvo lunar que trajeron de vuelta resultó tener excelente fertilidad, por lo que surgió la inquietud de construir un invernadero en la Luna.
Fue gracias a su amigo Félix Candela, también arquitecto y quien estaba difundiendo su obra por los Estados Unidos, la NASA le encargo la construcción de una estructura que se abriera cuando el módulo lunar aterrizara. Pero por problemas con los servicios de inteligencia las cartas para Emilio tardaron en llegar y cuando este envío su maqueta el proyecto ya se había cancelado.
El sueño pendiente
Hasta el día de hoy sigue siendo un sueño poder cultivar plantas en la superficie de la Luna. Curiosamente, a pesar de la tecnología existente no se ha podido diseñar ninguna estructura que pueda resistir a la intemperie en la superficie lunar y que proteja por supuesto a las plantas que se desarrollen en su interior.
Aunque la NASA trabaja en colaboración con varias universidades, desde Emilio Pérez Piñero nadie ha propuesto una estructura que pueda albergar cultivos en el espacio, cuya construcción e implementación sea realmente viable, pues este personaje podía construir en su mente estructuras que nadie más comprendía.