
Con más de 7,000 millones de personas en el planeta, que tienen que alimentarse todos los días, la agricultura representa la industria mundial con mayor presión y responsabilidad. Esta actividad primaria tiene muchos retos por delante. La cuestión es que se deben afrontar todos a la vez. Sin embargo, existen 3 cuestiones prioritarias: sanidad, variedad y cantidad.
Así se pueden resumir lo grandes retos que la agricultura tiene que afrontar y cumplir en las próximas décadas. Se requieren alimentos saludables, que sean nutritivos y cuyo origen pueda ser rastreado. También se debe fomentar la variedad alimentaria, la cual está disminuyendo con el paso de los años. Además es necesario producir alimentos en cantidad suficiente para satisfacer la demanda mundial. ¿Todo esto es factible?
Alimentos saludables
Todo indica que los consumidores están comenzando a comprar alimentos saludables. Esto al menos en los países desarrollados. Pero se espera que en las próximas décadas la tendencia alcance también a los países en vías de desarrollo. Es por esto que la trazabilidad agrícola está a la alza. Será fundamental saber de dónde procede un producto agrícola.
Dentro de poco los consumidores querrán saber con detalle el camino que ha seguido el producto agrícola que tienen en sus manos. Entonces habrá que trazar los productos agrícolas comenzando por la obtención de semilla. Para después indicar donde se ha cultivado, los productos agrícolas utilizados y las técnicas agrícolas implementadas. Sin olvidar las fechas y su paso por las cadenas de distribución y transporte.
¿Cuántas proteínas y vitaminas tiene un producto agrícola? Dentro de poco habrá que poner esta y mucha otra información nutricional al alcance de los consumidores. No será una opción publicitaria sino que representará una necesidad de los clientes que habrá que satisfacer para mantenerse en el mercado. Los productores o comercializadores que no lo hagan comenzarán a quedar fuera del juego poco a poco.
Variedad alimentaria
Hay un grupo de cultivos que se producen en grandes cantidades a nivel mundial: maíz, trigo, arroz, papa, yuca, soya, camote, sorgo, ñame, plátano, jitomate y quizá otra docena de cultivos. Se trata de cultivos que son clave para la alimentación mundial, pero que también están propiciando la desaparición de otros cultivos con menor popularidad.
La Food and Agriculture Organization (FAO) ha emitido comunicados en los que indica que la diversidad genética mundial está en declive, resultado de la globalización de la agricultura. Es decir, cada vez se produce en mayor cantidad pero con un número menor de cultivos, justamente los que tienen mayor demanda o mejores precios. Los cultivos secundarios están desapareciendo.
Los primeros que están siendo relegados son los cultivos de importancia regional. Los productores de cultivos muy localizados en zonas específicas están cambiando su producción por cultivos con mayor demanda en el mercado, porque suelen tener mejores precios. Y es que en general los cultivos regionales presentan poco valor de mercado.
Alimentos en cantidad
Vivimos en un planeta con recursos limitados. La cantidad de tierra disponible para cultivar no es infinita, aunque el sistema productivo tradicional tenga el enfoque de que sí lo es. Ya desde ahora hay que aumentar la cantidad de alimentos producidos sin utilizar más tierra. Nos estamos acabando los bosques y otros ecosistemas. ¿Qué es lo que hay que hacer?
Aquí es donde entran en escena tipos de agricultura que representan una solución viable a corto plazo: agricultura urbana, si los campos agrícolas están llegando a su límite es momento de tomar las ciudades; agricultura vertical, hacia arriba aún tenemos un margen inmenso de espacio disponible para cultivar; agricultura protegida, para cultivar de forma intensiva, reduciendo espacios y minimizando tiempos.
Sin duda la cantidad de alimentos que se puedan producir en los próximos años será determinante para el desarrollo de la humanidad. Pero otro aspecto igual de determinante será minimizar el desperdicio de alimentos, que según estimaciones de especialistas, en la actualidad ronda el 30 por ciento, una cifra que es para preocuparse mucho.