
México es el principal productor mundial de zarzamora, un cultivo para el cual se requieren diversas estrategias englobadas dentro de lo que se conoce como producción forzada, que es necesaria debido a que la zarzamora tiene su origen en climas frescos, siendo que se produce mayoritariamente en climas cálidos.
Hace 10 años la producción nacional provenía en su totalidad de variedades tipo floricaña, que necesitan una defoliación química para simular las condiciones del invierno y pasar de un estado vegetativo a uno reproductivo. Sin embargo, poco a poco las variedades tipo primocaña han comenzado a ganar terreno.
Las primocañas tienen la ventaja de que no necesitan un manejo químico tan fuerte para llegar a las condiciones de madurez, pues con solo llegar a su número de meses ideal y contando con las condiciones climáticas adecuadas, comienzan a pasar de vegetativo a reproductivo, lo que puede implicar un gran ahorro monetario.
Además, con las primocañas resulta mucho más sencillo lograr dos cosechas por temporada, porque sus tiempos de manejo se reducen en comparación con las floricañas. Eso sí, las primocañas son variedades de muy bajo o nulo requerimiento de frío, muchas de ellas desarrolladas exclusivamente para las condiciones de México.