
El gobierno francés ha anunciado una inversión de 200 millones de euros para destruir el exceso de producción de vino, en un esfuerzo por apoyar a los productores en dificultades y estabilizar los precios. Varias regiones vinícolas en Francia, especialmente la zona de Burdeos, enfrentan desafíos debido a cambios en los hábitos de consumo, la crisis del costo de vida y los efectos posteriores al coronavirus. La disminución en la demanda de vino ha generado una sobreproducción, una fuerte caída de precios y dificultades financieras para muchos productores en la región de Burdeos.
Apoyo financiero para productores en crisis
El gobierno francés destinará millones de euros para eliminar el exceso de producción de vino y ayudar a los productores que enfrentan dificultades económicas. Esto se debe a la caída en la demanda, la disminución de los precios y los problemas financieros que afectan a hasta un tercio de los viticultores en la región de Burdeos.
Uso de vino destruido en productos no alimentarios
El vino destruido no se desperdiciará, ya que puede venderse a empresas para su uso en productos no alimentarios, como desinfectantes de manos, productos de limpieza y perfumes. Esto permitirá recuperar parte del valor de la producción excedente.
Cambios en la industria del vino
La industria del vino en Europa enfrenta desafíos a largo plazo, incluido el cambio de preferencias de los consumidores hacia la cerveza y otras bebidas. La pandemia del coronavirus y los aumentos recientes en los precios de alimentos y combustibles también han impactado negativamente en las ventas de vino. La inversión del gobierno busca estabilizar la industria en un momento de cambio significativo.
Fuente: The Guardian
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