La empresa francesa Apiterra gestiona actualmente 300 colmenas distribuidas por todo París, siendo su modelo de negocio el del alquiler anual, que por supuesto incluye el mantenimiento. Los clientes son principalmente empresas que quieren mejorar su imagen pública, quienes pagan entre 500-3,000 dólares por colmena al año.
Eso sí, para ubicar las colmenas primero se realiza un estudio de viabilidad del lugar, para determinar que no existan elementos ambientales que puedan afectar a las abejas, o que estas no vayan a causar problemas a las personas. La empresa incluso entrega la miel obtenida, envasada y etiquetada al cliente.
Otro caso es el de la empresa Alvéole, una empresa canadiense que tiene 3,000 colmenas repartidas en ciudades como New York, Boston y Toronto, y cuyo paquete cuesta 2,000 dólares por colmena al año, el cual incluye cursos sobre cómo hacer velas con la cera y cómo personalizar los botes de miel para venderlos, entre otros.
Estas empresas forman parte del auge que está teniendo la apicultura urbana, una tendencia liderada por Londres y sus 5,000 colmenas, mientras que París ya cuenta con 2,500 y New York con 600, aunque por supuesto, hay que tener en cuenta que existe un límite para el número de colmenas que puede haber en una ciudad.
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