
El limón persa es uno de los productos de mayor importancia para las agroexportaciones mexicanas, sin embargo, muchos productores de esta fruta venden sus cosechas a precios extremadamente bajos, pues no tienen la capacidad para distribuir y comercializar solos, por lo que los acaparadores hacen de las suyas.
Anualmente el limón persa presenta incrementos importantes de precio durante los meses de febrero a abril, con un máximo en marzo, aunque casi la totalidad de ganancias de dichos incrementos se quedan en los intermediarios, también conocidos como coyotes, quienes tienen los medios para acaparar mucho producto.
Esta situación es particularmente alarmante en el estado de Oaxaca, donde los agricultores se han resignado a que los intermediarios controlen los precios del producto en diversas regiones, pues actúan de manera coordinada, una situación ante la que un solo productor nada puede hacer.
La única manera de hacer frente a esta problemática es que los pequeños agricultores se unan, pero para que su unión funcione cientos de pequeños productores deben organizarse y actuar de manera coordinada, pues solo así podrán incidir en los precios de un producto que tanto les cuesta producir y hacer frente a los acaparadores.
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