
La hidroponía orgánica está siendo el centro de un debate en Estados Unidos que no tendrá una solución sencilla con repercusiones para muchos otros países. Las etiquetas orgánicas propician que el precio de un producto agrícola aumente considerablemente. Existe por tanto un gran interés por parte de productores hidropónicos por mantener sus certificaciones orgánicas. Pero la esencia del sistema de producción orgánico podría no coincidir totalmente con la producción sin suelo. El debate continuará, se los aseguro.
La hidroponía orgánica si
Quienes defienden la hidroponía como sistema de producción orgánico tienen argumentos importantes a su favor. Uno de los principales es el uso eficiente que se le da a los recursos. La producción hidropónica tiene como premisa fundamental el uso responsable del agua. De hecho es normal que esta se llegue a recircular. También la dosificación exacta de fertilizantes minimiza la contaminación por sales de los suelos.
En lugares con suelos desgastados por la agricultura convencional se puede poner hidroponía. Así se le puede dar descanso al suelo para que comience a regenerase. Además está el hecho de que la hidroponía se puede realizar en lugares abandonados en las ciudades. De esta manera la producción se acerca a los centros de consumo. Así se evita a su vez cierta contaminación que se pueda generar por motivos de transporte.
La hidroponía orgánica no
Los detractores de la hidroponía como sistema orgánico también tienen argumentos de mucho peso. El principal de ellos es que la producción orgánica debe ser un sistema integral. Se trata de un argumento que tiene mucho sentido. La agricultura orgánica implica rotación de suelos, uso de plantas y animales benéficos, no uso de agroquímicos, cuidado del medioambiente y todos sus factores, entre otras cuestiones.
Es decir, llevar a cabo solo una acción de las anteriores no debería implicar que la producción se considere como orgánica, se argumenta. Se debería adoptar todo el sistema integral. Porque es fundamental identificar que tipos de agriculturas se pueden realizar según determinado sistema de producción. No todos los sistemas son para todos los productores, y eso es algo que se debe adoptar como una fortaleza para diversificar, opino yo.
Una posible solución
Algunos actores con injerencia en el debate han propuesto que se solucione el problema creando una nueva etiqueta comercial que identifique y separe a los productores orgánicos de los productos hidropónicos. Debo decir que la idea podría solucionar el problema de una forma bastante inteligente. Sin embargo, ambas partes del debate parecen no querer saber nada al respecto. El problema, en mi opinión, es que hace falta visión a largo plazo.
La propuesta es una etiqueta USDA Organic Hydro, que tendría reglas completamente diferentes de la actual etiqueta USDA Organic. Cabe mencionar que se trata de una propuesta no oficial aún. Para que esto ocurriera hay que superar la mayor limitante, que es económica, y es enorme. La etiqueta USDA Organic mueve enormes cantidades de dinero en Estados Unidos y nadie quiere renunciar a ese mercado.
Lo que habría que hacerse es que la etiqueta USDA Organic Hydro tenga el mismo impulso por parte del gobierno. Es verdad que llevaría algunos años posicionarla cerca de su contraparte exclusivamente orgánica. Pero se trata de un posibilidad de diversificación de mercados que a futuro podría tener un valor muy similar. Eso sí, hay quienes opinan que esta etiqueta solo debería ser USDA Hydro. De momento todo es un enredo.
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