
¿Te imaginas una empresa dedicada a la robótica que no trate de venderte tecnología? Pues existe, se llama Iron Ox y lo que quiere es venderte alimentos. Curiosamente desde la empresa se definen como una granja, solo que es una granja diferente a lo que conoces.
La nueva granja autónoma
Iron Ox tiene sus primeras instalaciones cerca de San Francisco, donde trabajan 15 personas rodeadas de robots. Su capacidad actual es de 26,000 verduras de hoja verde al año, en una superficie de unos 750 metros cuadrados. Nada mal para ir empezando.
De hecho, para alcanzar su nivel de producción se requiere 5 veces más superficie a campo abierto. Aún así, el objetivo prioritario de la granja no es aumentar la producción, sino hacerla completamente autónoma. Y van por buena camino.
Por ahora la producción no se está vendiendo, sino que se destina a un banco de alimentos y a la barra de ensaladas de la propia empresa. Pero si nos centramos en el sistema de producción parece que estamos viendo una película de ciencia ficción.
Robots agricultores para el futuro
En las instalaciones de la empresa hay robots por todas partes. Son muchas las actividades que están completamente automatizadas, siendo las que no el principal objetivo para automatizarlas en un futuro próximo.
De hecho la totalidad de los trasplantes se realizan con brazos robóticos especializados. Es decir, las plantas son puestas en charolas de mayor tamaño conforme van creciendo. De esta manera en todo momento tienen las condiciones adecuadas para su desarrollo.
Que un robot haga una tarea específica no implica en la actualidad un reto enorme. De hecho esto ha sido un punto superado por diversas industrias, siendo la automotriz la que lidera en el tema.
El mayor reto de la empresa
Sin embargo, el gran reto de la empresa ha sido coordinar a todos los robots para que la producción se realice de forma ininterrumpida. Para ellos han desarrollado un software apodado «The Brain». Este es la clave de su éxito.
Se trata de un software de gestión que mantiene monitoreados prácticamente todos los parámetros que inciden en la producción. Y más importante aún, coordina la atención de humanos y robots en los puntos que más se requiere.
Es importante mencionar que aún hay muchas tareas clave donde la participación de las personas es indispensable. Pero la idea de la compañía es ir automatizando cada una de estas.
Problemas y soluciones
La agricultura de interiores, como lo es esta huerta, podría generar posibles problemas, pero también aportará nuevas soluciones. Se trata al final de cuentas de un conjunto de nuevas tecnologías, y una nueva tecnología siempre tiene difícil su aceptación inicial.
En lo referente a problemas podemos mencionar que la inversión en este tipo de sistemas de producción es tan elevada que muy pocos podrían tener acceso a ella en la siguiente década. Esto no implica que no se deba seguir desarrollando.
Si hablamos de soluciones, la mayor de todas es que con este tipo de agricultura se podría producir en zonas donde la escasez de mano de obra está siendo un problema grave. Un tema que no debe desestimarse pues su impacto es inmenso.
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