En los últimos años he utilizado en la producción de zarzamora un par de fermentados que me han dado excelentes resultados: un fermentado de lenteja como enraizador y un fermentado de piña como desalinizador, ambos muy fáciles de preparar y con un costo mínimo, en comparación con los productos comerciales.
Un fermento de lenteja tiene una alta concentración de auxinas, fitohormonas que provocan la elongación celular y que sirven para el desarrollo de raíces. La relación inicial debe ser 1:10, es decir, 2 kilos de lenteja por cada 20 litros de agua, y hay que aplicarlo a través del sistema de riego, a razón de 2 L cada riego que se realice.
La piña al fermentar produce una sustancia rica en probióticos y una enzima llamada bromeliana, la cual tiene un amplio espectro para la ruptura de proteínas, es decir, las descompone en aminoácidos asimilables. Coloca 1 kg de piña por cada 40 L de agua y dejar fermentar durante al menos 10 días en un tambo cerrado.
Para ambos fermentos lo recomendable es preparar un tambo de 200 L, ya que de esta manera se tendrá suficiente para aplicar por lo menos durante un mes. De estos fermentos he aplicado hasta 5 L por hectárea en cada riego, aunque es mejor realiza aplicaciones menores, pero con constancia.
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