
La máxima corte de justicia de la Unión Europea respaldó el 6 de mayo de 2021 el veto parcial que la Comisión Europea impuso sobre tres plaguicidas que están relacionados con daño a las abejas, para prevenir su aplicación sobre ciertos cultivos.
Con esto se descartó la apelación realizada por Bayer Alemania, que buscaba revertir el veto impuesto por una corte menor en 2018. Un portavoz de Bayer indicó que estaban decepcionados por el veredicto y sostuvo la seguridad de esos productos, los cuales continúan siendo utilizados en otras regiones del mundo.
Las sustancias involucradas son el imidacloprid desarrollado por Bayer CropScience, el clothianidin desarrollado por Takeda Chemical Industries y Bayer CropScience, así como el thiamethoxam, desarrollado por Syngenta.
Ya desde 2013 la Comisión Europea restringió el uso de plaguicidas del tipo neonicotinoide, lo que indicaba que no podían utilizarse en maíz ni en otros cereales de primavera, aunque podían utilizarse sin restricción en otros cultivos, como la remolacha azucarera.
Bayer y Chem China, dueña de Syngenta, han advertido que vetar estos insecticidas significará un revés para los agricultores, quienes tendrán que utilizar insecticidas de generaciones anteriores, con lo que tendrán que aplicar mucho más producto.
Cabe mencionar que a pesar del veto, entre 2013 y 2019 fueron autorizadas 206 aplicaciones de emergencia en la Unión Europea de estos plaguicidas. Aunque para salvaguardar la integridad de la abejas, la Unión Europea piensa disminuir el uso de plaguicidas en 50% para 2030, así como aplicar un 20% menos de fertilizantes.
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