Buscar hacer que llueva en México no es nada nuevo, de hecho, a partir de 1948 se hicieron pruebas por casi 30 años, una práctica que en años recientes se ha retomado y tan solo en 2021 se destinaron 35 millones de pesos para sembrar nubes en Sonora, Sinaloa, Chihuahua y Coahuila.