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investigación espacial

Unas algas árticas han logrado sobrevivir a la dureza del espacio

Publicado el 20-02-2017 por Olmo Axayacatl

Unas plantas muy primitivas han logrado sobrevivir a toda la dureza del espacio. La investigación no ha concluido pero se refuerza un poco la teoría de la Panspermia. Los defensores de dicha teoría argumentan que la vida pudo haber llegado a la Tierra en cometas y meteoritos. Estos procederían de alguna parte de nuestra extensa galaxia. Es una idea interesante que seguirá sobre la mesa.

Las plantas en cuestión

Las plantas primitivas utilizadas para la investigación son una especie de algas del género Sphaerocystis. Estas fueron descubiertas por el investigador Thomas Leya, del Instituto Fraunhofer de Terapia Celular e Inmunología (Alemania), en una región remota de Noruega, cerca del círculo polar ártico. El nombre código de las algas es CCCryo 101-99.

Leya escogió estas algas para la prueba en el espacio, la cual ha liderado, por su elevada tolerancia a las bajas temperaturas, así como por su gran tolerancia a la desecación. Aún así las algas fueron enviadas a las Estación Espacial Internacional (ISS) en estado de dormancia, para mantenerlas en el menor estado de actividad posible.

El experimento en la ISS

La ISS no es ajena a las plantas. De hecho una gran diversidad de plantas ha estado allá arriba para hacer experimentos. Sin embargo, las algas CCCryo 101-99 son las primeras plantas que se han mantenido fuera de la estación y no dentro. Para ser exactos duraron 530 días colocadas en un panel externo, con un único filtro como ligera protección.

Durante todo ese tiempo las algas estuvieron sometidas a condiciones realmente duras. Las temperaturas oscilaron entre -20 a 47.2°C, sin olvidar el vacío del espacio. Además la radiación ultravioleta a la que fueron sometidas mataría a casi toda la vida existente en la Tierra. Y aún así todas las algas, menos una, sobrevivieron a su regreso a tierra firme.

Resultados sorprendentes

Cuando las algas en cuestión entran en dormancia adquieren un color naranja, debido a los carotenoides que producen. Una vez que vuelven a estar en condiciones adecuadas retornan a su color verde, señal de que comienzan a realizar nuevamente fotosíntesis. Lo curioso del caso es que las algas enviadas a la ISS solo tardaron dos semanas en volverse verdes de nuevo. Nada mal para lo que tuvieron que soportar.

Ahora la investigación continúa en tierra, donde el siguiente paso es analizar el ADN de las algas. Esto es muy importante para determinar si estas plantas primitivas pueden mantener su carga genética estable a pesar de las duras condiciones del espacio. Si esto es así entonces tendremos una muestra de que ciertos tipos de vida pueden sobrevivir a un viaje espacial en pequeños cuerpos celestes.

Más información:

  • Primitive plants survive almost two years in outer space

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El cultivo de bacterias podría ser la clave para ir al espacio

Publicado el 24-08-2016 por Olmo Axayacatl

El cultivo de alimentos será el pilar fundamental que permitirá que la humanidad comience a colonizar otros mundos. Sin embargo, la agricultura desarrollada por los primeros exploradores podría no tener nada que ver con las papas cultivadas por Matt Damon en la película El Marciano. Lo que posiblemente coman los primeros peregrinos espaciales serán bacterias. La NASA sabe que quizá es la idea más viable y ya ha comenzado a investigarla.

El objetivo (extremadamente ambicioso) de la NASA es llevar los primeros humanos a Marte para la década de 2030. Son muchos especialistas que opinan que ese plazo está fuera de alcance. Pero por si sí o si no, las investigaciones con bacterias ya han comenzado. Y será en 2017 cuando en un satélite se lancen al espacio bacterias modificadas genéticamente. La idea es estudiar su viabilidad y resistencia ante tales condiciones.

¿Por qué queremos bacterias?

Las bacterias suelen ser organismos extremadamente resistentes, capaces de sobrevivir en los ambientes más hostiles. Además, cultivar bacterias requiere de relativamente poco espacio, y esto es una gran ventaja en comparación con el cultivo de cualquier planta, por pequeña que sea. Estas son solo algunas de las razones por las cuales el cultivo de bacterias podría ser el inicio de la verdadera agricultura espacial.

Sin embargo, la razón de más peso a favor de las bacterias tiene que ver con la versatilidad de productos que podrían proporcionar. Así como serían la fuente de alimentos principal, se podrían modificar genéticamente para proporcionar medicamentos para la tripulación y también para generar materiales de construcción. Y como no, también serían la fuente principal de combustible. Una belleza eh.

Las bacterias estrella

La investigación requerirá en primer lugar de un tipo de bacteria denominada Anabaena. Se trata de una especie de planctón que genera azúcares a través de la fotosíntesis. Para ello requerirá de dióxido de carbono, agua y luz. El objetivo de la investigación es determinar si este tipo de bacteria puede sobrevivir a la radiación cósmica y además funcionar en condiciones de gravedad cero. Pero esta es solo la primera estrella de la investigación.

Los azúcares obtenidos serán el alimento de otra bacteria modificada genéticamente, Bacillus subtilis, que conforma lo que la NASA denomina sistema PowerCell. Esta bacteria podrá procesar los azúcares y los convertirá en un pigmento rojo. Y con la ayuda de un sensor se podrán detectar hasta los más ligeros cambios de coloración de dicho pigmento, con lo cual se evaluará la eficiencia del proceso en el espacio.

Sobre la investigación

La investigación está a cargo de un equipo del Ames Research Center de la NASA. La líder del equipo es Lynn Rothschild, que comenta que los primeros peregrinos espaciales no podrán llevar toda la comida que requerirán, sino que tendrán que vivir de la tierra. O en este caso, de las bacterias. Y cabe mencionar que esta no será la única investigación para la que servirá el satélite.

El satélite será proporcionado por Alemania, y el equipo encargado tratará de cultivar plantas de tomate. Estas serán fertilizadas con orina, que será sintetizada con ayuda de bacterias y algas para convertirla en un fertilizante adecuado. El líder del equipo responsable del satélite es Jens Hauslage, perteneciente al Institute of Aerospace Medicine del German Aerospace Centre.

Más información:

  • Mission space food: Sugar-growing bacteria go into orbit
  • La NASA intentará criar bacterias en el espacio para utilizarlas como alimento y combustible

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