Todos los años en todo el mundo se lanzan muchas campañas que buscan concientizar a la población sobre el desperdicio de alimentos. Los resultados obtenidos por la mayoría de estas es más bien intrascendente. No por falta de entusiasmo de los organizadores, sino porque los consumidores no estamos a la altura.
Cad año la FAO publica información sobre el desperdicio de alimentos en el mundo. Y cada año la cifra ronda el 30%, un valor que asusta. Si tan solo disminuyéramos las pérdidas de alimentos en un 10 por ciento millones de personar en el mundo podrían dejar de pasar hambre.
¿Aún no estamos a la altura?
Cuando una campaña contra el desperdicio de alimentos está en marcha suele lograr un apoyo admirable. Pero cualquier campaña solo dura un breve período de tiempo. Después de eso muchos consumidores volvemos a nuestra normalidad. Y esto es justo lo que debemos atacar.
Haz la reflexión. ¿En el último mes cuánta comida has tirado porque se ha pasado su tiempo? Comida que por diversas razones se quedó en el refrigerador y que no la consumiste a tiempo. Puede ser porque tengas mucha comida, porque no hayas estado en casa, porque se caducó sin darte cuenta, etc.
A mi me pasaba mucho que se me quedaba la comida. Aún cuando vivo solo y mi refrigerador es muy pequeño. No lo hacía con intención y me dolía mucho tirar comida. Por ello desde hace un par de meses trato de ser muy cuidadoso. No compro demasiada comida, reviso fechas de caducidad, etc.
Lo que realmente necesitamos
Hasta aquí solo he mencionado a los consumidores, que sin duda representamos una parte importante de la solución. Sin embargo, hay otros actores que pueden hacer mucho para minimizar este problema. Productores, comercializadores y supermercados son algunos de los más relevantes.
Regular el desperdicio de alimentos requiere, sin ninguna duda, de una legislación política que esté a la altura del problema. Porque por mucha buena voluntad que se tenga, si no hay leyes que impidan el desperdicio de alimentos entonces este seguirá existiendo.
Por ejemplo, en Francia, por ley, los supermercados no pueden tirar alimentos que no fueron vendidos, sino que deben donarlos. Muchos países han comenzado a seguir este ejemplo, aunque el camino para el desperdicio cero de alimentos recién comienza.
Situación de la legislación en México
Para ser franco, de temas legislativos no sé casi nada. Pero me he propuesto conocer un poco más al respecto. En este sentido, me he encontrado con la iniciativa que expide la ley general para evitar el desperdicio de alimentos (PDF). Me parece que dicha iniciativa fue aprobada y ahora es una ley.
Desconozco si antes de esta ley algún otro instrumento legal para combatir el desperdicio de alimentos. Pero si se trata de la primera información en la materia entonces es un buen inicio.
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