
Varias empresas energéticas están utilizando el estiércol vacuno para obtener biogás del metano que este desprende, lo que está generando un problema inesperado en California, pues ahora el estiércol de las vacas tiene mayor valor que su leche, una problemática que tiene su origen en una ley que incentiva el uso de energías limpias.
La ley en cuestión se materializó como un programa de apoyos económicos, conocido como Cap-and-Trade Program, el cual entró en vigor junto con otros apoyos estatales, que en su conjunto comenzaron a atraer empresas energéticas que vieron una oportunidad de hacer negocio gracias a las nuevas regulaciones.
En un inicio estas empresas compraban los excrementos directamente a los ganaderos, pero conforme pasó el tiempo estos se dieron cuenta de que podían construir instalaciones para obtener el biogás y multiplicar por 6 sus ganancias, obteniendo así un ingreso de hasta 600 dólares por vaca por año.
El problema radica en que el proceso de descomposición anaeróbica, que consiste en cubrir grandes cantidades de excremento con lonas, llega a tener filtraciones líquidas y gaseosas, por lo que la calidad del suelo, agua y aire se ve deteriorada, y claro, si se trata de poca cantidad de excremento no hay problema, pero no es el caso.
Recibe cada lunes las noticias agrícolas más relevantes