
Biológico, orgánico y ecológico, son tres términos con los que estamos tan familiarizados que ni siquiera los cuestionamos. Basta darse una vuelta al supermercado para ver esos adjetivos colocados por todas las etiquetas. ¿Realmente esos productos son lo que dicen ser? La Unión Europea planea unificar criterios para solventar el problema.
La fiebre de lo eco y lo bio
Según el país del que se hable, el registro de productos eco y bio es más o menos sencillo. Actualmente las empresas buscan que sus productos tengan estas denominaciones, así como también el concepto de orgánico. Esto me resulta normal, porque dichas denominaciones venden mucho.
Pero en la búsqueda de aumentar las ventas se podría estar aprovechando la confusión para vender productos que no lo son. Se trata entonces de casos de publicidad engañosa que están siendo cada vez más comunes. Por tal motivo en Europa se pondrán más exigentes, para beneficio de los consumidores.
En Estados Unidos ya se instauró hace algunos años una legislación bastante estricta para este tipo de productos. El resultado fueron múltiples demandas a diversas empresas por publicidad engañosa. Y no es para menos, pues los consumidores se sentían engañados al comprar un producto que prometía algo que no lo era.
Marca de garantía homegénea
En la Unión Europea la normativa sobre productos ecológicos, biológicos u orgánicos data de 2009. Sin embargo, cada país tiene sus propias regulaciones sobre el tema, conocidas como marca de garantía. Lo que se busca ahora es homogeneizar la marca de garantía, para que sea la misma en todos los países miembros.
El funcionamiento de la nueva legislación entrará en vigor en verano de este año. Lo que llama la atención es que no se revisarán los registros ya aprobados. Más bien se atenderán demandas de denominación engañosa presentadas por consumidores y empresas.
Después el demandado tendrá derecho a presentar la información necesaria para demostrar que cumple con la legislación, de lo contrario tendrá que retirar la denominación de su producto. Cabe mencionar que esta legislación solo aplicará para productos comestibles, dejando de lado productos de belleza y otros.
¿Cuál es la situación en América Latina?
Desconozco si exista alguna legislación similar para el caso de los países latinoamericanos. Sin embargo, si existe no es lo suficientemente estricta. Basta echar un vistazo a todos los productos alimenticios que usan alguna denominación como eco, bio, organic, etc, que muy posiblemente solo sea publicidad engañosa.
Por supuesto que también hay muchos productos que cumplen con lo que prometen. Pero el problema es determinar cuales si y cuales no. Por tal motivo urge una legislación al respecto que otorgue certeza a los consumidores.
Aunque desafortunadamente, es muy posible que como casi siempre, dicha legislación tarde más en darse. En temas agrícolas y de comercialización solemos esperar a que en Europa se hagan las cosas para luego copiarlas. Las razones son variadas y no es objetivo mencionarlas aquí.
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