
Nos encontramos en un punto de inflexión interesante para la agricultura vertical. De hechos nos encontramos actualmente en el momento justo en el cual dicho tipo de agricultura toma vuelo o se detiene.
Hay quienes creen que las granjas verticales serán una parte imprescindible del futuro de la agricultura mundial. Pero también están aquellos que opinan que se trata de un elemento distractor de otros problemas.
¿De qué estamos hablando?
La agricultura vertical consiste básicamente en aprovechar el espacio vertical para producir más por unidad de superficie. El gran reto es que cultivar en distintos niveles implica sombreamiento para los niveles inferiores.
Para resolver esto se implementan sistemas de iluminación artificiales. Entonces, al no requerir de energía solar para el desarrollo de las plantas, las huertas verticales pueden establecerse en prácticamente cualquier parte.
Pero la iluminación artificial es solo uno de los elementos clave de la producción vertical. Otro elemento con mucha relevancia es la producción hidropónica, lo que implica el uso de sustratos y soluciones nutritivas.
Eso sí, uno de los mayores retos de la producción vertical es incorporar especies vegetales de porte alto. Con esto me refiero a árboles tales como cítricos, aguacate, mango, manzano, etc. Quizá solo es cuestión de tiempo.
¿Por qué hablamos de un elemento distractor?
Actualmente el cambio climático es un fenómeno que no se puede ocultar. Este trae consigo eventos climáticos cada vez más adversos. Además, la agricultura actual está dañando suelos, contaminando cuerpos de agua y disminuyendo la biodiversidad.
Los detractores de la agricultura vertical hacen énfasis en que este sistema de producción podría quitar la vista de lo importante. Si podemos llegar a producir alimentos en fábricas dentro de las propias ciudades podríamos llegar a descuidar los ecosistemas.
Es decir, la agricultura vertical junto con la agricultura de interiores, podrían llegar a poner aún más distancia entre la humanidad y la naturaleza. Es un temor que no debemos descartar, aunque en lo personal no creo que suceda esto.
Además, hay quienes indican que la producción vertical es, a todas luces, una manera antinatural de cultivar alimentos. En lo personal creo que la agricultura tendrá que romper con este o otros muchos paradigmas de cara al futuro.
¿Realmente despegará la agricultura vertical?
Actualmente la producción vertical en interiores requiere mucha inversión, tanto inicial como de mantenimiento. Es normal pues se trata de un sistema de producción que requiere mucha infraestructura y tecnología.
Por tal motivo los costos de producción se elevan y entonces los canales de comercialización deben ser hacia mercados de muy alto poder adquisitivo. Ahora bien, hay que tener en cuenta que toda nueva tecnología sigue este mismo camino.
Una vez que los costos se abaraten la tecnología será accesible a más productores. Esto puede tardar todavía varios años. Pero el éxito (o fracaso) futuro de la agricultura vertical se está gestando en estos mismos momentos.
En varias partes del mundo se están ejecutando proyectos de gran magnitud de granjas verticales. Si estos primeros proyectos a gran escala tienen éxito entonces el camino para dicho tipo de agricultura será más sencillo.
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