El desarrollo tecnológico está forjando recursos que antes eran imposibles. En solo unos años podremos tener abejas robóticas para realizar tareas de polinización. Esto sin duda ayudará a mejorar los rendimientos de cosecha. Pero hay que tener cuidado, pues desproteger aún más a las abejas reales puede traer consecuencias desastrosas para la humanidad.
Las abejas se están muriendo
Cada año la mortalidad de abejas en todo el mundo aumenta. Hay muchas causas que están provocando el problema. Contaminación ambiental, uso indiscriminado de agroquímicos, hongos, virus y parásitos están diezmando las poblaciones de abejas. Los efectos de este grave desastre ya se están observando en la disminución de rendimientos de cosecha.
Se estima que alrededor de una tercera parte de los cultivos agrícolas requieren de las abejas para ser polinizados. En lo que respecta a las plantas silvestres cerca de 90% necesita estos insectos tan importantes. Si el problema sigue en aumento podríamos llegar al caso crítico de perder biodiversidad debido a falta de polinización.
La robótica entra al rescate
Científicos de la Universidad Tecnológica de Varsovia llevan 4 años trabajando en el desarrollo de robots polinizadores. Al día de hoy cuentan con dos modelos. El primero es un robot terrestre que se desplaza sobre ruedas. Y la versión avanzada en un pequeño dron volador, denominado B-Droid. No sé trata de los únicos desarrollo de este tipo, pues en la Universidad de Harvard se está desarrollando algo similar, las RoboBees.
De momento solo se ha probado el robot terrestre, cuya autonomía es de 2 horas. Los resultados indican una alta eficiencia en la polinización. El dron, con una eficiencia actual de apenas un par de minutos, está pronto a ser probado en campo, aunque todavía es muy pronto para hablar de un producto terminado. Si todo marcha bien en 2 años estas tecnologías podrían estar disponibles en el mercado.
No debe existir competencia
El peor error en el que podemos caer es creer que podremos prescindir de las abejas. Estos desarrollo tienen como objetivo servir de apoyo, no suplir. Y se trata de una gran idea para aumentar los rendimientos de cultivos comerciales. Pero no hay que olvidar que sin abejas casi la totalidad de plantas silvestres tendrían problemas para ser polinizadas.
Hoy más que nunca es importante hacer consciencia de la importancia de las abejas. Sin ellas la producción agrícola sería algo cercano a lo imposible. Por ello la colocación de colmenas es una actividad que debe comenzarse a realizar en todos lados, a lo que hay que sumar un manejo apropiado de agroquímicos.
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