
Entomólogos de la Universidad de Illinois (Estados Unidos) han encontrado que el colapso de colonias de abejas que ha sucedido en todo el mundo desde 2006 podría estar relacionado con el jarabe comercial con alto contenido de fructosa, sustancia con la cual se están alimentando a muchas abejas.
Hasta el día de hoy todas las investigaciones sobre el colapso de colonias apuntaban al uso excesivo de plaguicidas, en especial aquellos del tipo neonicotinoide, por que esta investigación, publicada en la revista científica, Proceedings of the National Academy of Sciences, es la primera en indicar otro factor.
Los apicultores comerciales comenzaron a alimentar a las abejas con jarabe de maíz con alto contenido de fructosa en la década de 1970, luego de que diversas investigaciones indicaron que era seguro hacerlo, de forma tal que toda la miel, que es su alimento natural, podía ser comercializada.
No es que el jarabe de maíz sea un alimento tóxico para las abejas, sino que al cambiar su alimentación las abejas quedaron expuestas a un menor desarrollo de su sistema inmunológico, lo que a largo plazo les impidió combatir muchas de las toxinas que se encuentran en los plaguicidas más utilizados actualmente.
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